Hace frío. El vaho del aliento se disipa por encima de la bufanda. Marta agarra la mano de Raúl como sólo una madre agarra la mano para pasar la carretera ya que sabe que su hijo está mirando al cielo. Y no es para menos. Estas Navidades las calles de Donosti se han engalanado de luces de colores como nunca. Mientras con la otra mano empuja el carrito de Jaime.

Jaime tiene dos años. Marta se sienta en la terraza del bar Robinson debajo de una de esas estufas que han convertido las terrazas de los bares en sitios habitables. Recuerda que en verano se sentaba ahí a darle el pecho. Mira a Jaime con ternura. ¡Cómo pasa el tiempo!

El sonido característico de unas pisadas decididas le hacen levantar la vista. Es Olatz a la que saluda con cierta timidez. Olatz Alcelay es la cirujano plástico que le intervino en la ahora desaparecida Clínica de Pilar. Marta tenía un enorme complejo por tener el pecho pequeño y decidió ponerle fín con un aumento de mama hace ya más de diez años. Aquella intervención cambió una parte importante de su vida. Ganó mucha seguridad en su relación de pareja y Marta siempre ha pensado que fue una buena decisión.

Ver a Olatz le recuerda que tiene que ir a visitarla. No la ve desde antes de que naciera Jaime. Ha seguido las revisiones periódicas que le determinaron. Siempre le ha preocupado que estuviesen bien pero ahora es algo más. Ha sido madre de dos hijos. No le ha costado cuidarse durante los embarazos porque siempre lo ha hecho así. Ha dado lactancia a sus dos hijos sin límite establecido. Mientras ellos se lo pedían. Darles el pecho ha sido mantener unos meses más el cordón umbilical con ellos. Pero se mira en el espejo y las cosas han cambiado. ¡Con lo bonito que estaba después de la intervención!. Es difícil aceptar el cambio cuando sabes que la corrección es posible.

 Marta. Con la lactancia el pecho ha perdido volumen y el implante es más notable. Además ha endurecido un poco

Olatz. Es así Marta. El implante cambia poco con el tiempo pero tu cuerpo ha sufrido cambios muy importantes con la maternidad. Aumentos y bajadas de volumen de la glándula por la influencia hormonal. Podemos decir que tu piel y glándula se han ido haciendo más transparentes y el resultado ha ido perdiendo la naturalidad que tenía. Tengo que decirte que lo contrario es casi excepcional.

¿Vais a tener más hijos?

–  Marta. ¡No va a ser queriendo!

–  Olatz. La buena noticia es que tiene solución. Con diez años yo me plantearía hacer un recambio de los implantes aunque ahora estén bien y aprovechar para reconsiderar el tamaño y poner el pecho en su sitio.

¿Qué tal ha quedado la barriga con los embarazos? ¿Ganaste acúmulos de grasa en otros sitios? Yo es que te veo estupenda de figura.

–  Marta. Ya sabes como es esto Olatz. No me quejo de la barriga. Sabes que he hecho mucho deporte y antes de los embarazos me marqué una pauta de hipopresivos para prevenir. Creo que me ha funcionado muy bien…. aunque en la zona de los flancos me ha quedado un cinturón…

–  Olatz. No te preocupes por eso. Es poca cosa. Podemos aprovechar el mismo día y hacer un poco de liposucción en esa zona. El postoperatorio prácticamente no va a cambiar y si estás decidida a no tener más hijos te planteas ya un punto y seguido en tu vida y en tu figura.

Llevar un implante de mama no detiene el paso del tiempo. Muchas mujeres optan por colocarlo en la etapa prematernidad y aunque es posible que atraviesen por la maternidad sin cambios no es un hecho garantizable. Llevar un implante de mama significa que tarde o temprano volverás a pasar por quirófano para cambiarlo, modificarlo o retirarlo. Realizar revisiones ecográficas periódicas te aportará seguridad y la confianza suficiente para tomar decisiones. En IVANCE la Dra. Olatz Alcelay ha dedicado una gran parte de su trayectoria profesional a comprender, estudiar y tratar los cambios que la maternidad ha podido ocasionar sobre el cuerpo de la mujer.

Sin duda puede ayudarte.

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