La presencia de bolsas en los ojos constituye una de las consultas más frecuentes en Cirugía Estética.
Existe una discrepancia entre la capacidad de la cavidad orbitaria (continente) y el globo ocular y sus estructuras anexas (contenido) que es ocupada en gran medida por las denominadas «bolsas grasas«.
Estas bolsas están muy vascularizadas, reciben por tanto mucha sangre y responden con fuerza a muchos estímulos, estrés, alcohol, tabaco, ejercicio, comida picante, falta de descanso, estímulos hormonales… lo que las hace más evidentes.
En un interesante artículo publicado en la Revista Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana, por el Dr. Luis de la Cruz (recientemente fallecido y al que queremos recordar) nos explicaba las diferentes teorías sobre el hecho de que las bolsas en los párpados sobresalgan de forma inestética.
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La alteración genética de la relación entre el continente y contenido, explicaría su aparición en individuos jóvenes y en miembros de una misma familia.
- La distensión por pérdida de elasticidad de determinadas estructuras periorbitarias (septum orbitario) cuya función, entre otras, es la de mantener dichas bolsas retenidas en su continente.
Ese mismo efecto de distensión sobre los ligamentos que sostienen el globo ocular, facilitarían también un aumento de presión sobre las bolsas y una mayor profusión de las mismas. Esto explicaría una mayor tendencia con la edad a que las bolsas grasas se evidencien y además…
Algunos estudios parecen demostrar que tanto la cavidad orbitaria como la grasa periorbitaria, aumentan con la edad.
El tratamiento de las bolsas palpebrales (blefaroplastia), se realiza con anestesia local y sedación. Constituye una cirugía prácticamente ambulatoria, siendo necesarias tan sólo unas horas de estancia en la Clínica.
En la operación de párpados inferiores las bolsas se abordan mediante una incisión transcutánea subciliar (por debajo de las pestañas) o por vía transconjuntival (por dentro del párpado). Cada día se defiende y se preconiza un mayor uso de la técnica transconjuntival, en evitación de las posibles consecuencias sobre la función muscular (redondeo de la forma del ojo).
La actitud respecto a las bolsas en los párpados inferiores puede ser su resección, su reposición o el deslizamiento inferior de las mismas para relleno del surco nasoyugal (surco de la lágrima).
Estamos totalmente de acuerdo con la práctica recomendada en dicho artículo y nosotros también somos partidarios de:
- El abordaje transconjuntival de los párpados inferiores
- La resección de las bolsas grasas cuando son manifiestamente grandes.
- El deslizamiento inferior de las mismas cuando existe un surco nasoyugal excesivamente pronunciado.
- La resección cutánea prudente cuando exista laxitud excesiva de la piel.
- Tampoco somos partidarios del láser resurfacing, del peeling químico ni de las infiltraciones grasas o de otros materiales dada la idiosincracia de la piel del párpado inferior y los frecuentes efectos no satisfactorios asociados.
- Realizamos cantopexia (tensado) cuando el tono del reborde palpebral es insuficiente y así nos lo aconseja.
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