Los mejores candidatos a cirugía plástica o estética son personas con una autoestima positiva, que están molestas con algún aspecto físico y desean corregirlo o mejorarlo. Después de la cirugía estos pacientes se sentirán bien con los resultados y mantendrán una actitud positiva.
Es importante recordar que la cirugía plástica puede generar no solo cambios físicos sino también en la autoestima; si usted estuviera buscando la cirugía con la esperanza de promover cambios en otra persona, corre el riesgo de decepcionarse. Lo más probable es que sus amigos y las personas más allegadas respondan positivamente a la modificación de su apariencia, pero debe entender y aceptar que la cirugía no ocasionará cambios significativos en otras personas, sino en usted mismo.
Sin embargo, no todas las personas tienen el perfil ideal para someterse a una intervención de cirugía estética, aunque existan indicaciones físicas absolutas para un procedimiento. La experiencia del cirujano plástico permitirá identificar pacientes problemáticos o sin indicación durante la consulta inicial, y en algunas ocasiones podrá negarse a operarlos.
Las personas que pueden beneficiarse de un consejo psicológico preoperatorio incluyen a pacientes en crisis, situaciones de divorcio, muerte del cónyuge, perdida de empleo; pacientes con expectativas fantasiosas, como los que insisten en conseguir la nariz de aquel artista, pacientes que pretenden volver a su estado original después de graves accidentes, o aquellos que quieren recuperar la juventud de décadas pasadas; pacientes eternamente insatisfechos, como los que acuden a un cirujano después de otro buscando las respuestas que quieren oír; pacientes obsesionados con mínimos o insignificantes defectos, pacientes con desequilibrios mentales, comportamientos paranoicos o depresivos.
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