Cirugías estéticas combinadasEn nuestra práctica diaria cada vez es más frecuente encontrar pacientes que optan por cirugías combinadas: corregir en una sola intervención dos o más partes del cuerpo. Entre otros motivos porque económicamente resulta más ventajoso.

Una cirugía combinada es recomendable si las zonas a tratar son campos quirúrgicos cercanos (corregir dos partes de la cara, abdomen con mamas…). En caso de que sean zonas distintas se intenta combinar una intervención más compleja con otra de menor dificultad (mamoplastia con blefaroplastia, mamoplastia con otoplastia…)

Entre los procedimientos combinados, quizás el más frecuente sea la corrección del abdomen (bien mediante abdominoplastia o liposucción) con la cirugía mamaria (aumento de pecho, reducción de pecho o mastopexia). Esta es la más solicitada por mujeres que quieren remodelar su cuerpo tras los embarazos.

La frecuencia de cirugías bariatricas (tratamiento de la obesidad mórbida), supone un aumento en la demanda de cirugías combinadas. Estos pacientes y debido a la pérdida masiva de peso, presentan un descolgamiento cutáneo general. En estos casos la cirugía se plantea en tres fases: en la primera se corrigen abdomen y mamas, luego se sigue con brazos y muslos y para finalizar se corrige el descolgamiento facial.

¿Son seguras las cirugías combinadas?

Las publicaciones científicas de los últimos años que tratan este tema concluyen que, en pacientes con una correcta indicación, el riesgo quirúrgico es el mismo tanto en intervenciones únicas como en combinadas.

En la actualidad, la anestesia es una técnica muy segura, y en intervenciones largas se toman medidas preventivas necesarias, como el control de la actividad cerebral, temperatura corporal, medidas de compresión neumática que estimulen la circulación….

Por eso, para intentar minimizar las complicaciones que puedan surgir, es fundamental una correcta historia clínica del paciente, así como la realización de un preoperatorio completo con exploraciones complementarias.