Conseguir recuperar la figura tras los embarazos es una preocupación común en muchas mujeres. Durante el embarazo se producen una serie de cambios en la fisionomía de nuestro cuerpo que tras el parto pueden ser corregibles mediante cirugía. Estos cambios se producen por el aumento de peso y por la distension tisular que se produce tanto a nivel del abdomen (piel y musculatura abdominal) como la mama (distensión de piel y ligamentos).
La glándula mamaria durante el embarazo y la lactancia aumenta de tamaño, este aumento de tamaño produce una distensión tanto de la piel como de los ligamentos mamarios que, tras el post-parto, puede conllevar un cambio en la forma y en la posición de la mama. Respecto a la forma, debido a que la mayoría de la glándula está en el polo inferior, nos da la sensación de que se ha «vaciado» en la parte superior. En cuanto a la posición, han descendido la areola y el pezón lo que nos da un aspecto de mama «caída», que denominamos ptosis mamaria.
Bien, ¿cómo podemos corregirlo?
¿Cómo podemos recuperar la figura tras los embarazos?
Las técnicas que nos van a permitir recuperar la figura tras los embarazos se engloban dentro de lo que se conoce como Cirugía tras la Maternidad o «Mommy Makeover»
Inicialmente debemos valorar la mama:
- si la mama solamente ha perdido volumen, colocaremos un implante mediante un aumento de mama.
- si la mama ha perdido volumen y el complejo areola-pezón está por debajo del surco mamario, además de colocar un implante deberemos levantar la areola y el pezón, lo que se denomina mastopexia.
- si únicamente ha descendido el complejo areola-pezón, lo corregiremos con una mastopexia.
El abdomen sufre una distensión progresiva a medida que transcurren los meses de embarazo, lo que conlleva una separación de la musculatura recta y pérdida de elasticidad cutánea. Además puede producirse una rotura de las fibras dérmicas (aumentos importantes de peso, embarazos gemelares) y generar estrías. También pueden aparecer hernias umbilicales por un aumento de presión abdominal.
Todo esto, tras el parto se traduce en una diástasis (separación) de la musculatura que da el aspecto de «tripita», piel flácida con o sin estrías y herniación del ombligo.
Si transcurridos unos meses la musculatura del abdomen no recupera su tonicidad y la piel no se retrae, podemos ayudar a que eso suceda:
- Si tenemos una diástasis de la musculatura y un exceso de piel se realiza una abdominoplastia, para retirar el exceso de piel y tensar la musculatura y la piel.
- Si solamente tenemos una separación muscular, con una mini-abdominoplastia podemos repararlo.
- Puede que tras el embarazo se tenga algo de sobrepeso, y grasa acumulada en flancos y muslos, esto se soluciona con una liposucción de la zona.
Nuestro consejo es esperar unos meses tras el parto a que tanto la mama como el abdomen se vayan recuperando. Si esto no sucede, hay que plantearse la corrección teniendo en cuenta que, de ser necesario, la corrección de la mama y el abdomen puede realizarse a la vez.
¿Te animas a contarnos tu caso?
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