¿Quién no ha oído hablar del ácido hialurónico para corrección de arrugas?
El ácido hialurónico es una sustancia generada de forma natural por el propio organismo y que se encuentra principalmente en la piel. Su función es retener agua, aportando hidratación y volumen. Con el envejecimiento, su presencia se reduce y el organismo disminuye su capacidad de reponerla. El resultado es una disminución de volumen, pérdida de contorno y la aparición de arrugas estáticas que confieren un aspecto envejecido y cansado.
El ácido hialurónico es junto a la toxina botulínica, la sustancia más utilizadas para corrección de arrugas desde ya hace unas cuántas décadas. Su capacidad de retener agua, su biocompatibilidad y el hecho de ser completamente reabsorvible han convertido al ácido hialurónico en la sustancia de elección para corrección de arrugas. Pero, su limitada capacidad para generar volumen y su duración hacían que los resultados fueran poco predictibles. Resultados espectaculares en unos casos podían resultar frustantes en otros.
Pero las cosas han cambiado. La industria farmacéutica nos hecha una mano mejorando la molécula para que sea útil en una mayor variedad de situaciones. Su uso actual va más allá de la corrección de una arruga. Distintas texturas y distintas capacidades para retener agua nos permiten utilizar el ácido hialurónico para simplemente rehidratar la piel, para corregir arrugas superficiales, para definir mejor el contorno de los labios o incluso para dar volumen a áreas faciales que han podido perderlo en el proceso de envejecimiento, y además con duraciones que superan con creces el año.
Sus amplias posibilidades y su facilidad de uso están provocando que los cirujanos veamos con cierta tristeza y nostalgia que el bisturí se va aparcando o difiriendo a situaciones más complejas. El ácido hialurónico se ha convertido en la primera arma antiedad. Y es que cuando las alteraciones son leves, resulta menos costoso para el paciente tanto desde el punto de vista económico como personal, más fácil de realizar para el cirujano y con resultados más naturales.
El pasado 30 de Junio pudimos disfrutar de un taller impartido por el Dr. Juan Sopena de Madrid en el que nos enseñó y demostró como con pequeñas cantidades podemos corregir tanto ojeras como arrugas del entrecejo, elevar los pómulos, corregir asimetrías o subir la comisura labial.
¿Queréis ver lo fácil que es?. Mira el siguiente video… y ven a ver lo que podemos hacer por tí. ¡¡Consúltanos!!
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