Cuando un paciente acude a una consulta de cirugía estética, es tan importante la información veraz y realista sobre las expectativas del resultado a obtener como también los riesgos y complicaciones de la intervención que le proponemos.

En esta entrada de blog, vamos a intentar explicar los riesgos y complicaciones de una intervención tan frecuente como la liposucción.

En la valoración inicial se plantea el tipo de anestesia a utilizar, si son zonas muy pequeñas, se puede llegar a usar anestesia local, siempre teniendo en cuenta que el anestésico que se utiliza (generalmente lidocaína asociada a adrenalina) ha de usarse a las dosis adecuadas para prevenir su toxicidad, ya que puede producir problemas cardiacos y del sistema nervioso central.

En liposucciones medianas y grandes, la anestesia local no debería de ser una opción, las técnicas de anestesia loco-regional y general, son las indicadas para ello si priorizamos la seguridad de los pacientes. Por tres motivos fundamentales:

  1. La anestesia no es sólo ausencia de dolor, sino también seguridad y comfort.
  2. Desde el punto de vista de toxicidad puede resultar más peligrosos utilizar muchos centímetros cúbicos de anestésico local que unos pocos de anestesia general.
  3. El objetivo es conseguir que la experiencia global de la intervención sea satisfactoria.

Es importante valorar el lugar donde se realiza la liposucción, un quirófano es el sitio adecuado para hacerlo, donde el paciente esté monitorizado en todo momento. Se utilizan técnicas de liposucción donde se administra en las zonas a tratar, una sobrecarga de fluidos para poder extraer la grasa con mejores resultados, esto asociado a la extracción de volumen graso en un corto periodo de tiempo, hacen indispensable conocer el estado del paciente en cada momento.

Toda actuación sobre nuestro cuerpo conlleva la posibilidad de sangrado, infección y alteraciones de la sensibilidad de las zonas tratadas. En el caso de la liposucción el sangrado rara vez se produce, ya que las cánulas utilizadas están diseñadas para no dañar ninguna vena, arteria o nervio importante. A pesar de ello cuando se extraen grandes volúmenes (más de 3 litros de grasa), la cantidad de sangre incluida puede ser suficientemente significativa para que el paciente acuse debilidad y cansancio durante una o dos semanas. La infección es anecdótica, sobre todo si se realiza en quirófano con las medidas de seguridad adecuadas, no obstante, se suelen administrar antibióticos durante la intervención para reducir esta complicación al mínimo. Los cambios de sensibilidad, se van a producir en la mayoría de los casos, lo que hay q conocer es que son transitorios, en unas semanas a medida que vaya bajando la inflamación y el edema, las zonas tratadas dejan de estar entumecidas y se recuperan.

Raras veces se producen seromas (acúmulo de líquido debajo de la piel) en liposucciones pequeñas y medianas. Si se producen, es necesario su extracción mediante punciones en la zona que pueden interferir en el tiempo de recuperación pero no van a modificar el resultado.

Otras complicaciones como las irregularidades cutáneas y las asimetrías están directamente relacionadas con la calidad de la piel de los pacientes, por ello en la primera consulta es importante la valoración de la elasticidad cutánea de las zonas a liposuccionar , para prevenir este tipo de complicaciones. Estas irregularidades y asimetrías son normales en las primeras semanas de post-operatorio debido a la inflamación, a medida que esta desaparece la piel se va adaptando al nuevo contorno.

Un tono muscular adecuado ayuda a evitar este tipo de complicaciones, nuestra coach en salud te aconsejará sobre los ejercicios más adecuados en tu caso.

La complicación más grave que puede darse en una liposucción es la embolia grasa, ésta ocurre cuando gotas de grasa pasan a la sangre y se atrapan en los pulmones, una complicación muy rara (asociada generalmente a la extracción de grandes volúmenes de grasa) y probablemente fatal en una liposucción.

La decisión individual de someterse a una intervención quirúrgica se basa en la comparación del riesgo con el beneficio potencial.

Los datos actualmente disponible sobre la seguridad de la liposucción establecen que las complicaciones son extremadamente raras cuando el procedimiento es realizado por un cirujano plástico cualificado de acuerdo con los estándares aceptados.