La crisis del COVID pasará sin ninguna duda y todos nos acordaremos de estos días en casa, de las risas con los memes del Whatsapp, de los ¿cómo estáis?, de los bizcochos en casa y los aplausos en los balcones. Pero hay cosas que van a cambiar a partir de ahora. Podemos quedarnos en el sillón a suspirar porque cualquier tiempo pasado fue mejor o bien aprovecharlo para aprender y construir uno mejor.

El confinamiento pasará, pero posiblemente vamos a convivir una larga temporada con el distanciamiento social. El confinamiento pasará, pero posiblemente el teletrabajo se quedará entre nosotros. El confinamiento pasará, pero posiblemente las videoconferencias serán ya una forma más de comunicarnos entre nosotros. El confinamiento pasará, pero los webinars, clases, seminarios y conferencias on-line formarán parte de nuestra forma de aprender.

Hace escasamente un mes, en nuestra profesión, dábamos valor a una consulta virtual posiblemente condicionados por un concepto excesivamente Hipocrático de la medicina. Un mes después la Teleconsulta es una realidad en nuestra consulta como herramienta de seguimiento y monitorización de postoperatorios y como un canal para aportar información y una aproximación al diagnóstico evitando desplazamientos innecesarios y los costos y riesgos derivados de los mismos.

Vivimos en un mundo en continua transformación digital pero la digitalización ha estado entrando en el sector salud a un ritmo más lento que en otros. Quizás en un futuro agradezcamos a esta crisis habernos enseñado las posibilidades que la Telemedicina y la Teleconsulta nos pueden aportar.

José M del Amo