Una intervención de Cirugía Estética es una decisión muy personal y muchas personas a su alrededor no van a entender por qué ha tomado esa decisión.
Tenga en cuenta que no son raros comentarios del tipo, “estaba mejor antes” o “no era necesaria la cirugía”. Tales comentarios pueden tener diferentes motivaciones, muchas veces hasta inconscientes, pero pueden determinar un estrés adicional a su periodo de recuperación. Las criticas de amigos y familiares deben ser afrontadas como algo natural de quien esta viendo la situación desde fuera. Tampoco espere recibir elogios, tenga siempre en mente que eligió operarse para usted mismo y no para satisfacer a otras personas. Procure el apoyo de gente afectivas, concéntrese en sus objetivos y en los motivos que le llevaron a buscar la cirugía plástica.
Si planea cambiar una parte de su cuerpo que constituye una característica familiar, otros miembros de la familia pueden experimentar una cierta decepción por creer que está rechazando a toda la familia con sus características físicas comunes.
Sus familiares pueden no comprender por qué quiere alterar su apariencia. Ellos seguro que piensan que está bien como está. Determinadas convicciones culturales o morales, los costos de la intervención o la percepción de un hipotético riesgo, pueden crear situaciones de tensión emocional a su alrededor.
Durante las primeras semanas los resultados no serán todavía aparentes, incluso puede que por efecto de la inflamación y moretones se vea peor. Al igual que usted, las personas más cercanas estarán preocupadas por su apariencia y la decisión tomada. Recuerde que por muy dolorosos que puedan ser algunos comentarios tan sólo reflejan el miedo o la ansiedad que ellos también sienten sobre el resultado.
Para evitar todos estos problemas es importante que hable con las personas más cercanas a usted antes de la intervención. De esta forma podrá ayudarles a entender sus necesidades y cómo pueden ayudarle después. Puede ser también de gran importancia que su pareja acuda con usted a las consultas previas a la intervención.
Si prefiere no decir nada a sus amistades existen distintas formas para hacer que sea menos notable la transición de imagen. Es recomendable cambiar algo más en su apariencia, como el peinado o la forma de vestir.
Después de una intervención de cirugía estética no debe sorprendernos que el paciente, tras vivir largo tiempo con una característica que le hacía sentirse poco atractivo socialmente, experimente una sensación de liberación y una mayor seguridad en si mismo.
A medida que el tiempo pasa la mayoría de estos comportamientos se moderarán y se adaptará a su nueva apariencia y a cómo afecta en sus relaciones . Usted y las personas de su alrededor deberán aceptar que está atravesando por un proceso de aprendizaje que puede durar varios meses.
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