lactancia y reducción mamariaUna de las  preocupaciones de las pacientes jóvenes que se someten a una cirugía de reducción mamaria es  la posible repercusión sobre la lactancia materna.

La capacidad de lactancia está relacionada con la existencia de lobulos glandulares, la presencia de conductos galactóforos que conecten estos lóbulos con el pezón y la sensibilidad nerviosa del pezón para iniciar el reflejo de succión. La mayoría de las técnicas de reducción de pechos utilizadas actualmente, intentan preservar en mayor grado posible estas propiedades de la glandula mamaria.

En una glándula mamaria intacta existen de 15 a 20 lóbulos conectados cada uno por un conducto galactóforo  al pezón , se desconoce el número de lóbulos necesarios para posibilitar la lactancia. Despúes de la intervención de reducción de mama una porción del número original de redes de glándulas/conductos permanezca intacta  Hasta es posible que algunas de las redes de glándulas/conductos dañados por la cirugía, vuelvan a conectarse, lo cual se conoce como «recanalización».

El aspecto de la cirugía de reducción de mamas que afecta más en la lactancia es el manejo quirúrgico de la areola y pezón, el cual puede variar aún en técnicas quirúrgicas similares según  la anatomía individual de cada paciente. Las cirugías que han dado como resultado mayor capacidad de lactancia son aquellas en donde las areolas y pezones no se separan totalmente, aunque se hayan movido. Se resitúan areola y pezón unidos por un  tejido llamado pedículo, el cual contiene conductos galactóforos, nervios,venas y arterias. Por el contrario, en las técnicas de reducción de pechos de areola-pezón libre donde se corta la unión de la areola con el resto de la mama la posibilidad de lactancia es nula.

Entre las técnicas quirúrgicas que utilizan pedículo, la reducción de pechos con pedículo inferior es la que ofrece los mejores resultados para la lactancia: parece que es la que mejor preserva la inervación nerviosa.

La sensibilidad es importante por que es el estímulo que inicia el reflejo de succión, haciendo que la glándula pituitaria libere dos hormonas (prolactina y oxitocina) responsables de la producción y secreción de la leche.

Otro factor importante es el tiempo transcurrido entre la intervención y el embarazo, cuanto mayor sea aumentan las posibilidades de recanalización (unión de los conductos cortados) y reinervación (crecimiento de nuevas terminaciones nerviosas). Ambos procesos contribuyen a la reparación y desarrollo del sistema mamario.

Un gran número de mujeres que se someten a una cirugía de reducción de pechos podrán lactar. Sin embargo, si la cirugía daña una porción importante del sistema de lactancia, entonces el suministro de leche no será suficiente para cumplir con las necesidades  nutriciónales del bebé a medida que vaya creciendo y puede ser necesario alimentación suplementaria. Situación esta que como bien sabemos puede darse en mujeres no operadas.